miércoles, 30 de mayo de 2007

Un año más nos encontramos ante otra reunión del G-8. Los grandes intereses de la población mundial se ponen a debate, y las decisiones tomadas marcaran nuestra historia. Un año más, un paso más, y, anteponiéndome al tiempo, podría decir que tan solo unos pocos saldrán beneficiados de lo que allí se decida. ¿Por qué? ¿por qué quedarnos callados ante el mundo que nos imponen? ¿por qué no levantar la voz por otro mundo? Es posible. Y siempre presentes las palabras de Galeano: “Me acerco dos pasos, ella se aleja dos pasos. Camino diez pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. Por mucho que yo camine, nunca la alcanzaré. ¿Para que sirve la utopía? Para eso sirve: para caminar.”

Ahora tenemos una nueva oportunidad para hacernos sentir, para decir NO a un mundo que se apaga, NO a un mundo basado en la desigualdad, NO a un mundo con guerras, NO a un mundo de y para unos pocos, NO a un mundo sin ideas. En los días 7-8 de Junio, en la ciudad alemana Heilingendamm, se celebra la cumbre del G8; y al mismo tiempo en Rostock tendrá lugar la cumbre alternativa donde se hablará sobre nuevas alternativas para la globalización. Éste es el lugar para Koopera.

Aunque los jefes de Estado y de gobierno del G8 tan sólo representan al 13% de la población mundial, sin duda se van a ocupar de asuntos relativos a la guerra y la paz, la economía, el desarrollo y el medio ambiente de todo el planeta, así como de otros problemas que conciernen a la humanidad entera. Como de costumbre, sin embargo, darán prioridad a satisfacer los intereses particulares de sus naciones, que a menudo son cortos de miras y de escaso alcance temporal. La forma actual de globalización ha producido y continúa produciendo numerosos perdedores, y apenas un puñado de ganadores.

Uno de esos perdedores es la justicia social. La pobreza y la polarización social aumentan en todo el mundo. Al tiempo que la cifra de personas que se enfrentan al riesgo de muerte por inanición se ha elevado de 840 a 854 millones en los diez últimos años, la ínfima cantidad de millonarios y gente acaudalada ha visto duplicada su riqueza, de 16 a 33 trillones de dólares. Otro grupo que se beneficia de tal clase de globalización lo constituyen los denominados “jugadores globales”, como inversores institucionales y entidades multinacionales. De modo simultáneo, la pobreza y la incertidumbre social continúan aumentando, incluso en los países más desarrollados.

Otra de las víctimas es el medio ambiente. El modelo económico actual y el consiguiente modo de vida están conduciendo a un cambio climático catastrófico, destruyendo la biodiversidad y agotando las reservas naturales del planeta. Se está aniquilando el mismísimo sustrato de la vida humana sobre la Tierra, y la política del G8, dirigida al crecimiento sin límites y a la dinámica del mercado sin regulación, empeora gravemente los problemas ambientales a escala global.

También están del lado perdedor la paz y la seguridad internacionales. Sin cesar se acumulan causas de conflictos: se vuelve a promover el nacionalismo, el racismo, el fundamentalismo, la violencia, el terror y la guerra. Asistimos, en vez de a la búsqueda de estrategias a largo plazo para prevenir conflictos, a una creciente militarización de la política internacional. Los estados miembros del G8, o bien están en guerra, o bien están involucrados indirectamente en conflictos armados. Entre los perdedores como consecuencia de la globalización, resultan especialmente afectadas las mujeres. Millones de personas se ven forzadas a la emigración o a la miseria por sus penosas condiciones de vida. Al mismo tiempo, el primer mundo refuerza sus barreras contra los inmigrantes.

¡No podemos permitir que las cosas sigan así! La globalización por el interés de la mayoría de la población es de otra naturaleza: queremos una globalización democrática, de abajo a arriba, una globalización de la justicia y la seguridad sociales. Queremos relaciones justas y comercio justo entre los países desarrollados y los países en vías de desarrollo. Queremos una economía basada en la solidaridad. ¡La economía debe ser útil a la gente, y no al revés! Exigimos que se trate al medio ambiente de modo responsable y sostenible. Somos partidarios de soluciones políticas pacíficas a los conflictos.

Existen alternativas a la política del G8, y queremos exponerlas y discutirlas públicamente. Deseamos además intercambiar ideas, y buscar colectivamente respuestas a las muchas preguntas planteadas.

La Cumbre Alternativa se celebrará entre el 5 de junio y el 7 de junio. En este blog podrás encontrar un seguimiento a todo lo que allí ocurra. Queremos que tú también seas participe y escuchar tus propuestas, tus ideas. Nos vemos aquí: otro mundo es posible.